Brutal imagen con mensaje.. He estado revisando tus entradas anteriores y todas tienen un mensaje ( me encanta la de Camps) y de eso se trata de contar historias.. Grande David. No tengo mucho tiempo,pero cuando hay unratito me paso a veros.. Un besazo :)
Tristes salazones de los indios jíbaros que hacen a medias su trabajo. Un encargo del Etnográfico de Guayaquil que necesitaba trofeos nuevos, dado que la termita marabundas habían arruinado su fondo de cabezas diminutas. Qué mejor que partir de cabezas pequeñas ya de por sí, como son las de estos dos tiernos infantes. Solo que alguien fue remiso en extirpar el cuerpo que le sobra a una de ellas, quizá porque se prendó de las rojas guedejas de la nena y le dio su aquel. En ese curadero habilitado en una mina agotada de esmeraldas (se ven los afloramientos verdes en el tajo), se dan también los más suculentos quesos de Ecuador, verdes también en su moho andino, que los hace comparables a los estratosféricos quesos de Cabrales.
Sí; ya de casi lactante me amordazaban para que no diera palique, pues enloquecí a más de una mucama y un guarnicionero que nos hacía los atalajes de la recua arriera (arrieros somos), se cortó el índice de la mano izquierda por distraerse con mis gorjeos de pájaro del Paraíso
Impresionante y muy buena. Y es que hay muñecos que no se como los ponemos en manos de los niños. Pobrecillos, así acaban que luego se traumatizan por cualquier cosa. Un abrazo,
Brutal imagen con mensaje.. He estado revisando tus entradas anteriores y todas tienen un mensaje ( me encanta la de Camps) y de eso se trata de contar historias.. Grande David. No tengo mucho tiempo,pero cuando hay unratito me paso a veros.. Un besazo :)
ResponderEliminarEstamos igual con lo del tiempo libre, pero siempre es un placer que no nos olvides. Un beso, guapa.
EliminarImpresionante imagen. me ha dejado impactada.
ResponderEliminarsaludos
Da mal rollito, ¿Eh?. Un abrazo, Ambar.
EliminarPoesía al cuadrado.
ResponderEliminarUn abrazo David, tremenda imagen :)
Tremenda, es cierto. Un abrazo, amigo.
EliminarPor desgracia la terrible realidad. Sensacional tratamiento.
ResponderEliminarUn abrazo David
Gracias Alejandro. Un abrazo.
EliminarTristes salazones de los indios jíbaros que hacen a medias su trabajo. Un encargo del Etnográfico de Guayaquil que necesitaba trofeos nuevos, dado que la termita marabundas habían arruinado su fondo de cabezas diminutas. Qué mejor que partir de cabezas pequeñas ya de por sí, como son las de estos dos tiernos infantes. Solo que alguien fue remiso en extirpar el cuerpo que le sobra a una de ellas, quizá porque se prendó de las rojas guedejas de la nena y le dio su aquel.
ResponderEliminarEn ese curadero habilitado en una mina agotada de esmeraldas (se ven los afloramientos verdes en el tajo), se dan también los más suculentos quesos de Ecuador, verdes también en su moho andino, que los hace comparables a los estratosféricos quesos de Cabrales.
Siempre consigues sorprenderme, Fred. Gracias por estos regalos, amigo.
EliminarSí; ya de casi lactante me amordazaban para que no diera palique, pues enloquecí a más de una mucama y un guarnicionero que nos hacía los atalajes de la recua arriera (arrieros somos), se cortó el índice de la mano izquierda por distraerse con mis gorjeos de pájaro del Paraíso
Eliminar:))
EliminarImpresionante encuentro.
ResponderEliminarUn abrazo, David.
Mal rollito, Emiliano. :)
EliminarImpresionante y muy buena. Y es que hay muñecos que no se como los ponemos en manos de los niños. Pobrecillos, así acaban que luego se traumatizan por cualquier cosa.
ResponderEliminarUn abrazo,
Ja, ja, es cierto Miguel. Un abrazo, amigo.
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