Conocía la foto...; dio bastante que hablar hará cosa de tres o cuatro años: uno de los terribles atentados (este en Jaipur) contra una mujer indú, que sufrió la horrible mutilación debida al ácido que un desalmado le arrojó a la cara. La perdida de la nariz es el daño más visible... Apenas repuesta de los daños, Sarisha Badraman se propuso perseguir a este criminal (casos similares se quedan en el margen de la impunidad) y desde entonces lleva colgando de la boca una fotografía del agresor, que resultó ser un pianista de un conjunto de jazz de los suburbios de Bombay, y que aparece en la foto, tan pancho, pisando el teclado de un piano. Tendrá jeta el tiparraco...
Es increíble la imagen que has captado, por lo bien que concuerdan la señalización, con la nariz y la boca. ¿Enhorabuena!.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Ja, ja, hay que estar atento a lo que la mirada nos cuenta. Un abrazo, amigo.
EliminarBien visto David, muy oportuno. magnífica imagen.
ResponderEliminarUn abrazo
Gracias, amigo. Un abrazo.
EliminarCon un buen encuadre has conseguido una buena imagen surrealista.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias, amigo. Eres muy amable.
ResponderEliminarFantástico disfraz el que has ideado para estos carnavales !!!
ResponderEliminarUn abrazo, David.
Ja, ja, gracias Emiliano. Abrazos.
EliminarJeje, qué buena, David, estuviste muy avispado.
ResponderEliminarEnhorabuena.
Ja, ja, gracias, Enrique. Abrazos.
EliminarConocía la foto...; dio bastante que hablar hará cosa de tres o cuatro años: uno de los terribles atentados (este en Jaipur) contra una mujer indú, que sufrió la horrible mutilación debida al ácido que un desalmado le arrojó a la cara. La perdida de la nariz es el daño más visible... Apenas repuesta de los daños, Sarisha Badraman se propuso perseguir a este criminal (casos similares se quedan en el margen de la impunidad) y desde entonces lleva colgando de la boca una fotografía del agresor, que resultó ser un pianista de un conjunto de jazz de los suburbios de Bombay, y que aparece en la foto, tan pancho, pisando el teclado de un piano. Tendrá jeta el tiparraco...
ResponderEliminar¡Uf, que caña de historia!.
EliminarFabulosa y además con ese punto de humor que despierta la sonrisa. Muy bien vista la máscara de carnaval.
ResponderEliminarUn abrazo,
Ja, ja, gracias, Miguel.
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