Había leido sobre una ermita, Sant Marc, en Sorita que nunca habiamos visto. Preguntando en el pueblo nos dirigen por una pista que se pierde entre profundos barrancos. Al rato, encontramos una indicación que la situa a menos de dos kilometros. Es hora de dejar el coche y hacer el paseito. Tomamos una senda ascendente, hace calor y la humedad de la lluvia de la noche anterior hace pesada la marcha pese a estar metidos en un bosque. La ascensión se hace cada vez mas pronunciada, la senda es una linea recta que no permite concesiones, lo que tenia que ser un agradable paseito se convierte en un suplicio para alguien cada vez mas entrado en años y en carnes. Cuando ya no quedaban mas exabruptos en mi repertorio, se abre el bosque y aparece el cielo casi al alcance de la mano. |
Joé si casi los tocáis... Hermosos los buitres.
ResponderEliminarEsos caminos son los que hacemos por aquí para subir al monte y un descansito a esa sombra no viene mal;)
Un beso.
Yo estoy acostumbrado a andar por el monte, pero esa cuesta casi acaba conmigo, ja, ja. Pero al final valió la pena.
EliminarBesos.
Es posible que a uno le falte el resuello mientras asciende, pero la verdad es que el premio está ahí mismo, al alcance de la mano.
ResponderEliminarLa ermita aunque restaurada a porta un buen grano de belleza a la cima y ademas permite dejar que la mirada se alargue casi infinita. Los señores han sabido encontrar el lugar preciso para su anidación y disfrute.
Un abrazo y gracias por tanta belleza
Gracias a vosotros por seguirme, Luis.
EliminarUn abrazo.
Pues tendré que conocerla a través de este reportaje porque, aunque no tengo problemas con la altura (me he movido por encima de los 4.200), si los tengo con los precipicios por culpa del vértigo.
ResponderEliminarUn abrazo,
En Castelló, la altura nunca es excesiva, pero reconozco que daba bastante vértigo el lugar y Josep lo pasó mal. Yo lo pasé peor con la subida.
EliminarAbrazos.
Vaja una sorpresa. Sens dubte va pagar la pena fer una ascensió cansada i que sembla que mai s'acaba, però la sola visió de l'ermita i de propina la colònia de voltors val per tots els esforços. Les excel·lents imatges ens introdueixen perfectament per a gaudir de la bellesa del lloc.
ResponderEliminarUna abraçada
Certament una bona sorpresa, Josep.
EliminarUna abraçada.
Veo que te costó llegar jajaja no te tomes a mal que me ría jajaja pero al que se le ocurrió poner la ermita tan lejos... de todas maneras, veo que el entorno es magnífico y que ha merecido la pena, además lo de los buitres también es una pasada ¡Mereció la pena!
ResponderEliminar¡Abrazos!
Ja, ja, yo tambien me pregunté mil veces a quien diablos se le ocurrió montar alli la casita de Sant Marc. ¿Que le haria el santo?.
EliminarAbrazos, Javi.
Ya ves lo que había escondido, el paraiso tras la belleza natural. Y tanto que os valió la pena el ascenso, seguro que bajásteis medio embobados y sonrientes la cuesta abajo, felices por el reto cumplido y el premio final.
ResponderEliminarUn beset als dos, companys. Gràcies per les fotos, genials totes!!!!
Si, mejor la bajada que la subida, no lo dudes. Pero felices que es de lo que se trata.
EliminarGracies a tu per estar ahi. Un beset, bonica.
Mereció lapenala subida y el camino,laverda que el sitio es impresionante,no me importaría pasar unos días con sus noches en semejante lugar... Un saludo :)
ResponderEliminarTodo el Maestrazgo esta lleno de rincones cargados de belleza y casi sin descubrir en muchos casos.
EliminarUn abrazo.
Qué puntazo los buitres. Enhorabuena.
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