Las hienas, David, se crecen con la impunidad; son animales cobardes, carroñeros, que no atacan sino en grupos y siempre a los especímenes más débiles o enfermos. Si se cae en la tentación de menospreciar su potencial letalidad, puede ocurrir -de hecho ocurre- que se atrevan a hacer incursiones cada vez más osadas..., y un mal día invaden nuestros jardines y atacan a los niños (a los viejos ya han empezado a acosarlos). Y una mala madrugada de un mal día, puede darse el caso de que escuchemos cómo patean los escalones que suben a nuestras casas. Y algún desprevenido les abrirá la puerta creyendo que es el lechero.
Por desgracia de este tipo hay en todas partes.Aparte de esto las fotografías son impactantes y con esa neblina aún más.Un saludo desde Almería.- http://visual-anjespinosa.blogspot.com.es/
Desgraciadamente siempre hay quien combate de esta manera las cosas que no son de su agrado. Un día frio, pero con excelentes imagenes. Un abrazo, David.
No sabía de la existencia de este monumento. Preciosas imágenes. Nunca conoceremos los nombres de los pistoleros, pero todos sabemos quienes son. Besos.
Queda claro que energúmenos los hay en todas partes. Unas imágenes impresionantes!
ResponderEliminarUna abraçada
Surgen como setas en cuanto caen cuatro gotas. Una abraçada, amic.
EliminarHola David, las fotografías son estupendas. En cuanto al transfondo coincido plenamente con Josep, los hay en todas partes.
ResponderEliminarUn abrazo,
Si, Miguel, por desgracia. Abrazos.
EliminarLas hienas, David, se crecen con la impunidad; son animales cobardes, carroñeros, que no atacan sino en grupos y siempre a los especímenes más débiles o enfermos. Si se cae en la tentación de menospreciar su potencial letalidad, puede ocurrir -de hecho ocurre- que se atrevan a hacer incursiones cada vez más osadas..., y un mal día invaden nuestros jardines y atacan a los niños (a los viejos ya han empezado a acosarlos). Y una mala madrugada de un mal día, puede darse el caso de que escuchemos cómo patean los escalones que suben a nuestras casas. Y algún desprevenido les abrirá la puerta creyendo que es el lechero.
ResponderEliminarSiempre alerta Federico o repetiremos la historia. Es nuestro sino. Abrazos.
EliminarPor desgracia de este tipo hay en todas partes.Aparte de esto las fotografías son impactantes y con esa neblina aún más.Un saludo desde Almería.-
ResponderEliminarhttp://visual-anjespinosa.blogspot.com.es/
Me alegra que os gusten ya que me chope para hacerlas y mi pobre camarita tambien. Saludos desde Castelló.
EliminarDesgraciadamente siempre hay quien combate de esta manera las cosas que no son de su agrado.
ResponderEliminarUn día frio, pero con excelentes imagenes.
Un abrazo, David.
Con nocturnidad Emiliano. Es lo que hay. Abrazos, amigo.
EliminarNo sabía de la existencia de este monumento. Preciosas imágenes.
ResponderEliminarNunca conoceremos los nombres de los pistoleros, pero todos sabemos quienes son.
Besos.
Tal vez no sabemos los nombres de quienes disparan pero si el de quienes les aprietan el gatillo, solo hay que oir ciertas cadenas. Besos.
EliminarQué barbaridad!!! Me he quedado demudada. Las esculturas son estremecedoras. Se les ve tan desamparados... Terrible. Muchos besos
ResponderEliminarLa verdad es que pocas veces he visto monumentos tan evocadores como este, y el lugar en el que esta enclavado es sobrecogedor. Besos, Sol.
ResponderEliminarNo conocía este paraje con estas esculturas. Tampoco la agresión que sufrió. Un saludo.
ResponderEliminarNosotros tampoco, se nos aparecio en medio de la niebla y fue impactante. Saludos.
EliminarYo tampoco sabía nada de ellas, si sólo hubieras puesto la primera foto sin comentarios hubiera pensado que era una imagen de Kenia... un abrazo
ResponderEliminarEs una obra tan bella como sobrecogedora. Abrazos.
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