Hay quienes dudan del cambio climático pero viendo esta reseca Toscana está más claro que el agua que lo hay. Hasta el cielo ha cambiado: será por los efluvios sulfúricos que emanan de los campos poco clorofílicos, sobremanera si el humus es rico en hemoglobina etrusca, que ya se sabe cuánto azufre lleva en su molécula. Digo que hasta el legendario azul cian de los cielos toscanos se ve en este daguerrotipo (¿lo será, dada su aparente vetustez?) anaranjado, más propio de la atmósfera marciana. Todo se degrada, no se respeta nada... Véase si no la granja de gallinas ponedoras que se ha levantado recién (el año pasado no estaba) en la loma de la izquierda, encalada y con una fila de feos respiraderos en lo alto, y un único y raquítico ciprés en la antojana, quizá para que en su tronco afilen los espolones los gallos sementales. Un dolor.
Veo que sigues experimentando con aquella maravillosa serie que nos ofreciste sobre La Toscana. Me parece muy positivo este trabajo y, ciertamente, estoy aprendiendo de él y tomando mis notas mentales. Creo que en esta ocasión has estado acertado reforzando la tonalidad de esos campos después de la siega. Un abrazo,
El paisatge de la Toscana es increïble i tu l'has plasmat meravellosament bé. A més, aquest atractiu processat encara millora la imatge.
ResponderEliminarUna abraçada
Gracies Josep, ets molt amable.
EliminarNo conozco La Toscana pero a través de películas algo he visto y creo que has logrado plasmar el color a la perfección.
ResponderEliminarUn abrazo David.
Gracias Luis, Un abrazo.
EliminarHay quienes dudan del cambio climático pero viendo esta reseca Toscana está más claro que el agua que lo hay. Hasta el cielo ha cambiado: será por los efluvios sulfúricos que emanan de los campos poco clorofílicos, sobremanera si el humus es rico en hemoglobina etrusca, que ya se sabe cuánto azufre lleva en su molécula. Digo que hasta el legendario azul cian de los cielos toscanos se ve en este daguerrotipo (¿lo será, dada su aparente vetustez?) anaranjado, más propio de la atmósfera marciana.
ResponderEliminarTodo se degrada, no se respeta nada... Véase si no la granja de gallinas ponedoras que se ha levantado recién (el año pasado no estaba) en la loma de la izquierda, encalada y con una fila de feos respiraderos en lo alto, y un único y raquítico ciprés en la antojana, quizá para que en su tronco afilen los espolones los gallos sementales.
Un dolor.
Sin palabras me has dejado, que decir...
EliminarNo veo que haya dicho nada raro...
EliminarNada, nada.
EliminarUna maravilla... Un abrazo desde Murcia...
ResponderEliminarGracias Alp, un abrazo para ti tambien.
EliminarVeo que sigues experimentando con aquella maravillosa serie que nos ofreciste sobre La Toscana. Me parece muy positivo este trabajo y, ciertamente, estoy aprendiendo de él y tomando mis notas mentales. Creo que en esta ocasión has estado acertado reforzando la tonalidad de esos campos después de la siega. Un abrazo,
ResponderEliminarGracias Miguel, tuve que trabajarlo un poco pues la foto quedaba demasiado blanca. Abrazos.
EliminarCuriosa y original panorámica!
ResponderEliminarAbrazos.
Gracias, amigo. Un abrazo.
EliminarMereció la pena el trabajo David.Quedó preciosa.
ResponderEliminarUn beso.
Gracias guapa, asi da gusto subir fotos. :)))
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