Me da que pensar si no será la venganza del Ecce homo de Borja... Tanto cachondeo con Él, tanta burla con su nuevo look, tanto escarnio con la angelical beata que -movida por el amor al Altísimo- emborronó con devoción pero con escasa pericia la efigie del Salvador. ¿no habrá movido al Espíritu Santo a un castigo ejemplar? Empezando por el cura-celador que -cual nuevo mercader del Templo de Jerusalén- montó el chiringuito en sagrado, con exclusivo afán recaudatorio y escasa devoción y que a partir allí vivió como Dios no quiere que vivan sus pastores, máxime en estos años de crisis y de crujir de estómagos. Y así un cura que nunca antes -y menos ahora que es septuagenario- se dejó dominar por los apetitos de la carne, se vio ahora impelido a deslizarse en el tobogán de la molicie y de la rijosidad, para escándalo de los más y regocijo de los menos. Pero reflexionando sobre ello, haciendo un esfuerzo de comprensión, creo que este cura no llegó a la depravación total y que se guardó de practicar las disciplinas más invasivas... Quiero decir que de las crónicas no se deduce que hubiese ayuntamiento, quedando las prácticas pecaminosas en la mera superficie corporal. y así, en su candidez, pudiera pensar que sólo cometía pecados veniales. Estas reflexiones tan sesudas que vengo haciendo me llevan a encontrar un parangón de los hechos borgianos en el affair entre Bill Clinton y Mónica Levinsky: el bueno de Bill, cuando fue cazado in fraganti, se disculpaba alegando que una felación no suponía necesariamente cometer adulterio, dado lo superficial de la relación (claro que habría que someter a Mónica a un concienzudo examen oro-faríngeo de parte del forense de, condado, quien determinaría la profundidad del corpus delicti; al cincuenta por ciento estimado, que a Clinton tampoco estaría mal que le tomara las medidas- No sé si me estoy liando, pero quiero decir que si yo fuese abogado defensor del cura de Borja alegaría posible malquerencia del Espíritu Santo y, desde luego, ingenuidad y desconocimiento de la gravedad del pecadol cometido. También lo iba a circunscribir en la campaña insidiosa a que viene siendo sometida la Iglesia Católica por parte de los rojos demagógos y resentidos. Ríete de mí si quieres, David, pero este asunto me da muchas vueltas en la cabeza.. Salud.
Vueltas en la cabeza las que le dio con la brocha la artista al Ecce Homo. Bromas aparte, este acontecimiento, como antes el del Codice Calixtino y tantos otros, solo vienen a explicar porque las iglesias están cada vez mas vacías y las aulas mas llenas de curas a la caza de jovencitos feligreses. Y aquí lo dejo que me pierdo. Salud.
Ingenioso y con gran sentido del humor. En este asunto y en otros muchos, por supuesto, yo me pregunto, después de tanto lío mediático, si el cura es inocente ¿quién le va a restituir su honor?. ¡Qué tiempos aquellos en los que la presunción de inocencia era uno de los principios esenciales inspiradores de nuestro derecho y en los que la carga de la prueba recaía sobre quién acusaba, no sobre el acusado! En fin, deben ser cosas del progreso. Un abrazo,
Gracias por tu sincera reflexión, Miguel. Como tu, también yo me he planteado ese tema cuando he visto esta mañana la portada de Interviú, le he dado muchas vueltas a la conveniencia o no de esta broma politicamente incorrecta. Me he planteado eliminar la palabra Borja del titular, pero entonces se me hubiera tachado de atacar a la iglesia en su conjunto (Dios me libre). También me he planteado el tema de los roles sexuales en la escena. Pero luego me he dicho, todo eso forma parte de la critica en si, ¿y cual es el papel del humor sino el de ser politicamente incorrecto?. Espero no molestar con ello. Un abrazo, amigo.
Tranquilo David, no me ha molestado en absoluto; por el contrario, creo que tu chispa humorística resulta muy positiva y, leyendo entre líneas, apunta en el mismo sentido que mi comentario. Un abrazo,
jajajaja...
ResponderEliminarEstupenda sátira...
Felicidades!
Abrazos.
Gracias, Balamgo. Un abrazo.
EliminarMe da que pensar si no será la venganza del Ecce homo de Borja... Tanto cachondeo con Él, tanta burla con su nuevo look, tanto escarnio con la angelical beata que -movida por el amor al Altísimo- emborronó con devoción pero con escasa pericia la efigie del Salvador. ¿no habrá movido al Espíritu Santo a un castigo ejemplar? Empezando por el cura-celador que -cual nuevo mercader del Templo de Jerusalén- montó el chiringuito en sagrado, con exclusivo afán recaudatorio y escasa devoción y que a partir allí vivió como Dios no quiere que vivan sus pastores, máxime en estos años de crisis y de crujir de estómagos. Y así un cura que nunca antes -y menos ahora que es septuagenario- se dejó dominar por los apetitos de la carne, se vio ahora impelido a deslizarse en el tobogán de la molicie y de la rijosidad, para escándalo de los más y regocijo de los menos.
EliminarPero reflexionando sobre ello, haciendo un esfuerzo de comprensión, creo que este cura no llegó a la depravación total y que se guardó de practicar las disciplinas más invasivas... Quiero decir que de las crónicas no se deduce que hubiese ayuntamiento, quedando las prácticas pecaminosas en la mera superficie corporal. y así, en su candidez, pudiera pensar que sólo cometía pecados veniales.
Estas reflexiones tan sesudas que vengo haciendo me llevan a encontrar un parangón de los hechos borgianos en el affair entre Bill Clinton y Mónica Levinsky: el bueno de Bill, cuando fue cazado in fraganti, se disculpaba alegando que una felación no suponía necesariamente cometer adulterio, dado lo superficial de la relación (claro que habría que someter a Mónica a un concienzudo examen oro-faríngeo de parte del forense de, condado, quien determinaría la profundidad del corpus delicti; al cincuenta por ciento estimado, que a Clinton tampoco estaría mal que le tomara las medidas-
No sé si me estoy liando, pero quiero decir que si yo fuese abogado defensor del cura de Borja alegaría posible malquerencia del Espíritu Santo y, desde luego, ingenuidad y desconocimiento de la gravedad del pecadol cometido. También lo iba a circunscribir en la campaña insidiosa a que viene siendo sometida la Iglesia Católica por parte de los rojos demagógos y resentidos.
Ríete de mí si quieres, David, pero este asunto me da muchas vueltas en la cabeza..
Salud.
Vueltas en la cabeza las que le dio con la brocha la artista al Ecce Homo. Bromas aparte, este acontecimiento, como antes el del Codice Calixtino y tantos otros, solo vienen a explicar porque las iglesias están cada vez mas vacías y las aulas mas llenas de curas a la caza de jovencitos feligreses. Y aquí lo dejo que me pierdo. Salud.
EliminarAl mal tiempo buena cara!
ResponderEliminarUna abraçada
Si no nos lo tomamos asi...
EliminarIngenioso y con gran sentido del humor. En este asunto y en otros muchos, por supuesto, yo me pregunto, después de tanto lío mediático, si el cura es inocente ¿quién le va a restituir su honor?. ¡Qué tiempos aquellos en los que la presunción de inocencia era uno de los principios esenciales inspiradores de nuestro derecho y en los que la carga de la prueba recaía sobre quién acusaba, no sobre el acusado! En fin, deben ser cosas del progreso. Un abrazo,
ResponderEliminarGracias por tu sincera reflexión, Miguel. Como tu, también yo me he planteado ese tema cuando he visto esta mañana la portada de Interviú, le he dado muchas vueltas a la conveniencia o no de esta broma politicamente incorrecta. Me he planteado eliminar la palabra Borja del titular, pero entonces se me hubiera tachado de atacar a la iglesia en su conjunto (Dios me libre). También me he planteado el tema de los roles sexuales en la escena. Pero luego me he dicho, todo eso forma parte de la critica en si, ¿y cual es el papel del humor sino el de ser politicamente incorrecto?. Espero no molestar con ello. Un abrazo, amigo.
EliminarTranquilo David, no me ha molestado en absoluto; por el contrario, creo que tu chispa humorística resulta muy positiva y, leyendo entre líneas, apunta en el mismo sentido que mi comentario. Un abrazo,
ResponderEliminar;))
EliminarQue no falte David, sin humor iríamos peor todavía. Allá el cura él sabrá que ha hecho.
ResponderEliminarUn beso.
Di que si, Laura. Es lo que nos queda.
EliminarUn beso, guapa.