¡¡ Impresionante !! Me he quedado sin palabras. Si tuviera que escoger una, seria la segunda. A mi me encantan las nubes en las fotografías pero es que estas se superan, no son un complemento como suelen ser otras veces, se comen todo el encuadre. Os felicito a ti y a Josep. Un abrazo.
David, hoy como te comentaba ayer, Sí que coincidimos en la entrada,.....supongo que el espectáculo ofrecido por la Naturaleza, bien se lo vale. Tus fotazos... geniales.
Sí, oh cielooosss...Días así es para m no dejar de mirarlo.Parece que van a caer, sobre todo en las dos últimas comparadas con las casas son gigantescas. Felicidades a los dos!! Un beso.
Por un desgarrón de las nubes bajaron los siete ángeles con las siete trompetas, y moraron por siete días y siete noches en la Torre d´Endomenech. El octavo día, un Carlos Fabra Longuimano se arrastró -la testa cubierta de ceniza- hasta los pies de los trompeteros apocalípticos. En la cresta de un cerro calcinado, va asomado la silueta de Andrea, la hija del inminente condenado. Unos enanos de orjas puntiagudas, con tridente, flagelo y aguijón, le castigan la grupa a la mujer: "Jódete tú, perversa; tiempo vas a tener de que te jodan". La espada flamígera del más malcarado de los ángeles apunta en dirección a un bosquecillo infestado de espinos, chumberas y escorpiones. Las culebras bastardas se anudan y se desanudan entre bufidos y silbos horripilantes. Fragmentos de vidrio dominguero destellan bajo una luz fosforescente. -¡Andando! Pero el hombre de los espejuelos negros se demora y saca de debajo del albornoz (estaba en la sauna cuando llevaron ante los justicieros) un cofrecillo tachonado de pedrería. Se lo tiende al ángel y, acercándose más, se atreve a hablarle al oído al mensajero de la Divinidad. Y la cara del trompetero celestial muda la expresión. Y llama a sus compañeros, que discuten entre sí acaloradamente. Luego, parece que llegan a un consenso. Siete horas después, de la terminal siete del aeropuerto de Castellón, parten siete reactores llevándose a Fabra y familia (incluida la asaeteada Andrea) y siete toneladas de botín (habrá otros siete embarques en los siete días subsiguientes). A las siete en punto /p.m.), despegan las siete aeronaves con rumbo desconocido. Por no marcharse de vacío, los siete ángeles agitan sus catorce alas y se dejan caer sobre la Casa del Pueblo de Chiva de Morella. Hacen sonar las trompetas y comienza el desfile de pecadores de la pradera.
Si no fueras asturiano pensaria que conoces estas tierras como la palma de tu mano. Desde la cima de la torre (Endomenech) que aparece en la foto, se deben apreciar las pistas vacias del aeropuerto, ahora reino de conejos y que se encuentran a tiro de comisión de aqui. Eso si, Xiva de Morella queda un poco a desmano en esta historia. Salud.
Poca cosa es para estos seres alados la distancia entre Endomenech y Chiva de Morella. Conozco a uno que, haciendo tirabuzones en el aire, tardaría menos de un segundo en recorrerla. De mi casa a Barcelona, en un jet de Vueling, hora y minutos. ¿Qué iba a suponer para estos plumíferos ociosos sobrevolar unos cuantos cerros pelados, siete pueblos abandonados, siete cementerios... Te veo poco impuesto en arcangelogía, David.
Realment extraordinàries. Silas colorejades son boníssimes, la de B/N es sensacional.
ResponderEliminarUna abraçada
Estaba espectacular, parecía la formación de un tornado. Una abraçada, amic.
Eliminar¡¡ Impresionante !! Me he quedado sin palabras. Si tuviera que escoger una, seria la segunda. A mi me encantan las nubes en las fotografías pero es que estas se superan, no son un complemento como suelen ser otras veces, se comen todo el encuadre.
ResponderEliminarOs felicito a ti y a Josep.
Un abrazo.
Gracias Faustino, la verdad es que estaba atipicamente espectacular. Un abrazo.
EliminarEs cierto, hoy coincidimos en el tema. Y es que hay días en que el cielo está para ser retratado.
ResponderEliminarUn abrazo
No hemos sido los únicos, Luis. Sin duda era el tema del fin de semana. Un abrazo.
EliminarDavid, hoy como te comentaba ayer, Sí que coincidimos en la entrada,.....supongo que el espectáculo ofrecido por la Naturaleza, bien se lo vale.
ResponderEliminarTus fotazos... geniales.
Un beso del Flores
Las tuyas tambien, con un colorido espectacular. Un beso.
EliminarI M P R E S I O N A N T E !!!
ResponderEliminarCreo que nunca había visto unas nubes como las de las tres últimas imágenes.
Enhorabuena.
Un abrazo.
A mi me recordaron a la formación de un tornado. Daban algo de respeto. En cualquier caso, espectaculares. Abrazos.
Eliminartodas son absolutamente impresionantes, pero la última resulta excepcional. Un abrazo,
ResponderEliminarTenían un aspecto bastante amenazante, pero era el viento que las llevaba de aquí para allá. Abrazos.
EliminarSí, oh cielooosss...Días así es para m no dejar de mirarlo.Parece que van a caer, sobre todo en las dos últimas comparadas con las casas son gigantescas.
ResponderEliminarFelicidades a los dos!!
Un beso.
Gracias por tus comentarios, Laura. Un beso.
EliminarPor un desgarrón de las nubes bajaron los siete ángeles con las siete trompetas, y moraron por siete días y siete noches en la Torre d´Endomenech.
ResponderEliminarEl octavo día, un Carlos Fabra Longuimano se arrastró -la testa cubierta de ceniza- hasta los pies de los trompeteros apocalípticos. En la cresta de un cerro calcinado, va asomado la silueta de Andrea, la hija del inminente condenado.
Unos enanos de orjas puntiagudas, con tridente, flagelo y aguijón, le castigan la grupa a la mujer: "Jódete tú, perversa; tiempo vas a tener de que te jodan".
La espada flamígera del más malcarado de los ángeles apunta en dirección a un bosquecillo infestado de espinos, chumberas y escorpiones. Las culebras bastardas se anudan y se desanudan entre bufidos y silbos horripilantes. Fragmentos de vidrio dominguero destellan bajo una luz fosforescente.
-¡Andando!
Pero el hombre de los espejuelos negros se demora y saca de debajo del albornoz (estaba en la sauna cuando llevaron ante los justicieros) un cofrecillo tachonado de pedrería. Se lo tiende al ángel y, acercándose más, se atreve a hablarle al oído al mensajero de la Divinidad.
Y la cara del trompetero celestial muda la expresión. Y llama a sus compañeros, que discuten entre sí acaloradamente. Luego, parece que llegan a un consenso.
Siete horas después, de la terminal siete del aeropuerto de Castellón, parten siete reactores llevándose a Fabra y familia (incluida la asaeteada Andrea) y siete toneladas de botín (habrá otros siete embarques en los siete días subsiguientes). A las siete en punto /p.m.), despegan las siete aeronaves con rumbo desconocido.
Por no marcharse de vacío, los siete ángeles agitan sus catorce alas y se dejan caer sobre la Casa del Pueblo de Chiva de Morella.
Hacen sonar las trompetas y comienza el desfile de pecadores de la pradera.
Si no fueras asturiano pensaria que conoces estas tierras como la palma de tu mano. Desde la cima de la torre (Endomenech) que aparece en la foto, se deben apreciar las pistas vacias del aeropuerto, ahora reino de conejos y que se encuentran a tiro de comisión de aqui. Eso si, Xiva de Morella queda un poco a desmano en esta historia. Salud.
EliminarPoca cosa es para estos seres alados la distancia entre Endomenech y Chiva de Morella. Conozco a uno que, haciendo tirabuzones en el aire, tardaría menos de un segundo en recorrerla. De mi casa a Barcelona, en un jet de Vueling, hora y minutos. ¿Qué iba a suponer para estos plumíferos ociosos sobrevolar unos cuantos cerros pelados, siete pueblos abandonados, siete cementerios...
EliminarTe veo poco impuesto en arcangelogía, David.
El dia que tocaba arcangeles yo estaba en musarañas, es lo que tiene ir con el paso cambiado. ;)
EliminarIMPRESIONANT!!! Has fet bé en no deixar passar aquesta maravella de cel. Molt guapes!
ResponderEliminarUna abraçada.
Gracies, Jordi. Una abraçada, amic.
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