He visto el museo Magritte unos meses después de su inauguración. Está dentro del conjunto de los Museos Reales belgas y merece la pena verlo, máxime un tipo con una cabeza como la mía. Magritte es un pintor de técnica insuperable, puesta al servicio de un mundo delirante, desde luego que mucho más interesante que este que nos toca vivir. Recuerdo especialmente unos paisajes urbanos nocturnos, con las calles con las farolas encendidas y las luces dadas dentro de las casas. Pero lucía un límpido cielo azul sobre los tejados... Bellísimos cuadros.
PD.- Esas cabezas llenas de nubecillas, David, ¿son por ventura las de Madeleine y Apollinaire a punto de besarse?
Veras, yo veía en esas siluetas a un adulto y un niño, pero tras tu reflexión he vuelto sobre mis pasos y al vez donde yo vi un infante ahora veo a una joven Madeleine con un corte de pelo a lo garçon, recién venida de correr frente a los polis en una primavera de Paris.
Ah mi Apollinaire, que aparece por cualquier esquina cuando menos lo espero y me clava en el cielo con una palabra, como aquella canción de Mocedades!! Cómo no voy a estar loca por sus huesos? Perdona el desvarío, David. Me gusta tu montaje, me gusta mucho. Gracias, amigo mío. Y un beso enorme
Visto desde los ojos de un hijo, me gusta.
ResponderEliminarUn beso David.
Me alegran tus comentarios, guapa. Un beso y buen fin de semana.
EliminarLa imatge m'encanta!!
ResponderEliminarTambé m'ha agradat molt veure el making-off per tal d'entendre com vas aconseguir aquesta foto tan bona.
Una abraçada
Creía necesaria la explicación de que parte correspondía a cada uno para no crear apropiaciones indebidas. A cada uno lo suyo. Una abraçada.
EliminarHe visto el museo Magritte unos meses después de su inauguración. Está dentro del conjunto de los Museos Reales belgas y merece la pena verlo, máxime un tipo con una cabeza como la mía.
ResponderEliminarMagritte es un pintor de técnica insuperable, puesta al servicio de un mundo delirante, desde luego que mucho más interesante que este que nos toca vivir.
Recuerdo especialmente unos paisajes urbanos nocturnos, con las calles con las farolas encendidas y las luces dadas dentro de las casas. Pero lucía un límpido cielo azul sobre los tejados... Bellísimos cuadros.
PD.- Esas cabezas llenas de nubecillas, David, ¿son por ventura las de Madeleine y Apollinaire a punto de besarse?
Veras, yo veía en esas siluetas a un adulto y un niño, pero tras tu reflexión he vuelto sobre mis pasos y al vez donde yo vi un infante ahora veo a una joven Madeleine con un corte de pelo a lo garçon, recién venida de correr frente a los polis en una primavera de Paris.
EliminarAh mi Apollinaire, que aparece por cualquier esquina cuando menos lo espero y me clava en el cielo con una palabra, como aquella canción de Mocedades!! Cómo no voy a estar loca por sus huesos?
EliminarPerdona el desvarío, David. Me gusta tu montaje, me gusta mucho. Gracias, amigo mío. Y un beso enorme
Estupenda interpretación, la imagen primera es muy creativa.
ResponderEliminarFeliz puente!
Besos
http://ventanadefoto.blogspot.com.es/
Me alegra que te haya gustado. Ten una semana feliz, amiga.
EliminarPues lo parece David. Son geniales!!
ResponderEliminarMe gustan las dos. Pero llama más la atención la primera con ese cielo azul.
Buen fin de semana.
Un beso
Gracias, Laura, ten una feliz semana, amiga.
EliminarJ'aime cette originalité !! bravo !
ResponderEliminarGracias, Isa, un abrazo y buena semana.
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