Proxima a nuestra ruta aunque un poco apartada del rio, se encuentra la Masia Torre de Santa Ana, del siglo XIII recibe su nombre de una pequeña ermita que tiene adosada. |
Peirón de San Antonio Abad, con la vista de Cantavieja al fondo. |
Este peirón fue reconstruido en el año 99 segun reza una fecha en su parte superior. |
Las viejas Casas de Peones Camineros, otro patrimonio que se esta perdiendo en muchos casos con honrosas excepciones. |
Hermosas fotografías!
ResponderEliminarBonito campo y que pena de la dejadez para el patrimonio que todos podemos gozar.
Un abrazo.
El campo esta estas semanas increible, observa la diferencia de color entre la primera foto tomada hace unos meses y las otras de estos dias. A veces comentamos, parece que estemos en Asturias. No es lo habitual en estas tierras que son generalmente muy duras. Un abrazo, amigo.
EliminarUna vegada més, unes imatges excel·lents que serveixen per a denunciar la manca d'interés oficial, en la conservació del patrimoni. Molt lamentable.
ResponderEliminarUna abraçada
Estem d´acord, lamentable. Una abraçada, Josep.
EliminarPese al verdor, de algún modo también queda reflejada una cierta sensación de dureza, de aridez, muy bien mostrada en esas espinas que ciñen el hierro de lo que un día fue puerta o ventana. Un abrazo.
ResponderEliminarEs tierra de dureza extrema, aunque este año sea una magnifica excepción. Un abrazo, Miguel.
EliminarPreciosa serie David, me quedo con la foto de la ermita , tiene mucho encanto. Excelentes fotografías.
ResponderEliminarUn saludo compañero.
Parisina ha vuelto :)
Buen retorno que celebramos, amiga Patri. Gracias por tus comentarios. Un abrazo.
EliminarLo he decidido,me hago fan de tus reportaje,David! Algun dia intentaré imitarte en el contenido de los mismos ( con tu permiso,claro)Una serie magnifica!
ResponderEliminarUn abrazo
Ja, ja, Jordi, no tengo la exclusiva, y me encantara ver aquello que tienes que enseñarnos de tu tierra. De fan a fan, un abrazo, amigo.
EliminarUnos lugares desconocidos para mí.
ResponderEliminarGracias por enseñarmelos.
Un abrazo, David.
Si te gustan, Emiliano, me doy por muy satisfecho. Un abrazo, amigo.
EliminarLo malo de la primavera y la proximidad del verano son estas luces tan duras y difíciles de domesticar para las cámaras. De cualquier modo continuar mostrando lugares como este es un buen intento de dar a conocer la geografía de este país que por otra parte no tiene nada que envidiar a ninguno del mundo.
ResponderEliminarExcelente reportaje.
Un abrazo David.
Gracias Luis, como tu, pienso que somos un pais privilegiado y si dura es la luz, mas dura es la crisis pero el placer de salir a caminar de momento aun no nos lo han quitado. Un fuerte abrazo, amigo.
EliminarWhat a great pictures en wonderfull scenery David!
ResponderEliminarSincerest greetings from the Netherlands,
DzjieDzjee
Thanks, buddy, if you love this land I am satisfied. A hug.
EliminarImpresionant amic!
ResponderEliminarDe vegades m'agradaria viure a un lloc així, un poc aïllada...
Supose que tornes nou després d'anar a llocs així.
Bon "repor"!!!
Besos.
Ahora acabo de bajar de alli y vengo con pilas recargadas. Falta me hacia. Besos, amiga.
EliminarPrecioso lugar, hermosas tomas, con gran captura de los detalles!!
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias Silvi, me alegra que te gusten. Un abrazo, amiga.
EliminarExquisita muestra, David, la que nos hace trasladarnos por unos momentos a ese siglo... y recibir además toda la potencia del color, las formas, la historia guardada ahí, los ocres que son cálidos al alma... Y destaco, además, el detalle de las ramas en la ventana. Fue como un "extra" que le da más fuerza a tu entrega.
ResponderEliminarMIS FELICITACIONES.
ABRAZOS DESDE CHILE.
http://expresiongraficayverbal.blogspot.com/
Gracias Maritza, son lugares ciertamente evocadores, al menos para mi. Un fuerte abrazo desde España.
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ResponderEliminarHola, David. La foto en blanco y negro (y digo mal, que uno de los barrotes posee una sutil iridiscencia broncínea que no tiene nada que envidiar a la de los bajorrelieves de la puerta del Paraíso de Ghiberti, sólo que aquella es un desfile de figurones bíblicos y esta tuya es una modesta reja que enclavó un peón caminero del Maestrazgo) es la que me fija la atención, con esos tallos sarmentosos de zarzamora, que componen una radiografía -eso parecen, al recortarse sobre el fondo oscuro de los aperos y las señales de tráfico arrinconadas- de este muladar llamado España.
Y es que, por asociación de ideas, pienso en un hórreo centenario (hay quien dice que tiene cuatro siglos por lo menos) que agoniza desde hace años, torturado por la maleza que lo estrangula en la vecindad de mi casa de la aldea. Primero fue una parte del tejado que se desplomó un día de tempestad desatada. Otro, se desfondó y cayeron por tierra los tablones del suelo. Ya casi no se distingue dentro de la madeja vegetal. Una pena.
Ja, ja, pense que nadie se daria cuenta de esa iridiscencia fuera de lugar, se coló la muy... pero ahi estabas tu, ojo avizor. Mi proposito era dar protagonismo a las olvidadas señales pero tambien el color se olvido de ellas. La historia del horreo que cuentas es la de tantos humildes monumentos que no merecen una inauguración bien provista de canapes. Tu lo has dicho, una pena.
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