Una escena preciosa, con una atmósfera fantástica, pero a la vez triste, porque nos habla de la soledad y el abandono de los entornos rurales de nuestra geografía.
Una imagen preciosa, por su luz, y detalles como la cerradura de cuerda y la pata coja de la silla; si no se podía gastar, había que apañárselas. Un fuerte abrazo.
Un silencio antiguo, que es mucho más profundo
ResponderEliminarY triste.
EliminarEl silencio dice mucho más que mil palabras. Y en tu foto, cuentas mil historias. Saludos.
ResponderEliminarGracias, Ed. Un abrazo.
EliminarEvocadora imagen David, nos llevas a tiempos pasados, a recuerdos de tardes calurosas, a silencios de siesta...
ResponderEliminarFantástica la luz.
Un fuerte abrazo
Eso mismo me inspira a mi.
EliminarSilenci amb molt se sentiment. Molt maca, David!
ResponderEliminarUna abraçada.
Gracies, Jordi.
EliminarSilencio y ausencia, una magnífica fotografía, muy bien ambientada, y con un gran aprovechamiento de esa luz lateral.
ResponderEliminarUn abrazo,
Gracias, Miguel.
EliminarUna escena preciosa, con una atmósfera fantástica, pero a la vez triste, porque nos habla de la soledad y el abandono de los entornos rurales de nuestra geografía.
ResponderEliminarEnhorabuena, David.
Feliz semana.
Así es, Enrique.
EliminarUna imagen preciosa, por su luz, y detalles como la cerradura de cuerda y la pata coja de la silla; si no se podía gastar, había que apañárselas.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Rincones que nos hablan si sabemos leer.
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