Precioso retrato de la fiesta perenne que se vive en Andalucia. Enlazan una con otra. Mirada fija y mirada perdida. Como siempre el fotógrafo captando en décimas de segundo el momento oportuno. Estas con el dedo en el disparador como siempre presto a captar cualquier detalle por insignificante que sea. Un abrazo.
Una instantánea de calle excelente. Has captado un momento especial en ambos protagonismos que nos habla precisamente de eso de devoción, que no de fiesta. Un abrazo,
Éxtasis y devoción... Un abrazo David
ResponderEliminarOtro para ti, guapa.
EliminarPrecioso retrato de la fiesta perenne que se vive en Andalucia.
ResponderEliminarEnlazan una con otra.
Mirada fija y mirada perdida. Como siempre el fotógrafo captando en décimas de segundo el momento oportuno.
Estas con el dedo en el disparador como siempre presto a captar cualquier detalle por insignificante que sea.
Un abrazo.
Ja, ja, un poco si. Me gustan este tipo de actos en que se puede fotografiar libremente a la gente sin que se percaten. Un abrazo.
EliminarRetrat costumista, realitzat amb gust i un processat fantàstic.
ResponderEliminarUna abraçada David
Gracies, amic. Uba abraçada.
EliminarTres miradas: las de los dos protagonistas por supuesto, pero también la del fotógrafo que le ha imprimido la suya con ese procesado tan cuidado
ResponderEliminarMuchas gracias, Joaquín. Bienvenido a esta que también es tu casa. Un saludo.
EliminarParecen absortos.
ResponderEliminarUn abrazo, David.
Casi en éxtasis, yo diría. Un abrazo.
EliminarHas captado muy bien el momento de espiritualidad a través de la seria concentración de los retratados.
ResponderEliminarAbrazo.
Gracias, An. Un abrazo.
EliminarEstupendos retratos, transmiten fervor y veneración en el gesto, el procesado es fantástico.
ResponderEliminarUn abrazo. David
Muchas gracias, Alejandro. Un abrazo.
EliminarUna instantánea de calle excelente. Has captado un momento especial en ambos protagonismos que nos habla precisamente de eso de devoción, que no de fiesta.
ResponderEliminarUn abrazo,
Gracias por tu comentario, Miguel. Un abrazo.
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