Que extraño, Fred. Yo mire por ultima vez anoche a las 23.00 y no vi nada. He mirado en la lista de comentarios por si fue a otra parte pero tampoco, ni rastro. Algún duende informatico. ¿Puedes recomponerlo?.
Lo que cuenta esa foto es una historia de amor, David: el olivo -fuerte, añoso, vehemente- extiende los brazos hacia la acacia -joven, medrosa, vacilante-, que se medio oculta tras una lomita perfilada en un hermoso cielo verde venusiano. Entre ambos, la campiña cuajada de jaras que lucen su mejor granate, y que brotan de un fértil suelo azul cobalto. Tengo, David, una amante secreta en un valle de la Arcadia. Y me parece que ese cielo verde, la hierba roja y las peñas luciendo como amatistas asemejan el paisaje de mis encuentros con la amada secreta. Puede que sea la pasión, la obnubilación de los sentidos, la extenuación de la retina..., pero te juro que veo la foto de ese edén y reconozco el jardín de su casa. Ese cielo verde...
No vas desencaminado Federico, ya que ha sido ella quien haciendo de mi su emisario me hizo llegar esta vista de su jardin secreto, ese que solo abre para sus amantes mas dilectos. Eso me dijo. Yo no se mas. Feliz 14 de Abril, camarada.
Para componer una bandera republicana solo hace falta que trueques ese cielo verde venusiano por otro amarrillo-anaranjado marciano. Rojo, morado, amarillo: le queda poco al chiquillo.
Exquisita combinación de sonido e imagen. Un gran bravo por esa sensibilidad. Recuerdo cuando era pequeña, la primera vez que mi padre llamó burra a una maestra y ello me pareció algo escandaloso, no sé tal vez tenía cinco o seis años. El caso es que me regalaron una caja de colorines Alpino ¡de los largos! y siempre dibujaba cielos rosa, rojos, verdes... árboles amarillos, azules... y la señora mandó una nota a mis padres para que comprobasen si tenía problemas en la vista o algún transtorno psicológico.
Un sueño por la imaginación, un camino en busca de la paz y el silencio Me gusta enormemente ese colorido que has logrado. Una preciosidad. La música es una maravilla. me quedo con ella. Un abrazo
Como sacado de un cuento
ResponderEliminarUn beso David.
Escucha la musica que le acompaña, espero que te guste. Un beso guapa.
ResponderEliminarOye, David, he mandado un comentario a esta foto, lo he visto en el blog. y luego ha desaparecido. ¿Y?
ResponderEliminarQue extraño, Fred. Yo mire por ultima vez anoche a las 23.00 y no vi nada. He mirado en la lista de comentarios por si fue a otra parte pero tampoco, ni rastro. Algún duende informatico. ¿Puedes recomponerlo?.
EliminarEstremece esta imagen,amigo...la intensidad la lleva en la sombra, perspectiva y tonalidades que le has dado...
ResponderEliminarAbrazo grande y felicidades.
Gracias, Maritza. Un abrazo grande.
EliminarUn gran treball!. Atrevit, però atractiu i molt ben resolt.
ResponderEliminarUna abraçada i bona setmana David
Atrevit. Bona setmana, amic. :))
EliminarLo que cuenta esa foto es una historia de amor, David: el olivo -fuerte, añoso, vehemente- extiende los brazos hacia la acacia -joven, medrosa, vacilante-, que se medio oculta tras una lomita perfilada en un hermoso cielo verde venusiano. Entre ambos, la campiña cuajada de jaras que lucen su mejor granate, y que brotan de un fértil suelo azul cobalto.
ResponderEliminarTengo, David, una amante secreta en un valle de la Arcadia. Y me parece que ese cielo verde, la hierba roja y las peñas luciendo como amatistas asemejan el paisaje de mis encuentros con la amada secreta. Puede que sea la pasión, la obnubilación de los sentidos, la extenuación de la retina..., pero te juro que veo la foto de ese edén y reconozco el jardín de su casa. Ese cielo verde...
No vas desencaminado Federico, ya que ha sido ella quien haciendo de mi su emisario me hizo llegar esta vista de su jardin secreto, ese que solo abre para sus amantes mas dilectos. Eso me dijo. Yo no se mas. Feliz 14 de Abril, camarada.
EliminarPara componer una bandera republicana solo hace falta que trueques ese cielo verde venusiano por otro amarrillo-anaranjado marciano.
EliminarRojo, morado, amarillo:
le queda poco al chiquillo.
Pienso, luego mal existo.
Exquisita combinación de sonido e imagen. Un gran bravo por esa sensibilidad. Recuerdo cuando era pequeña, la primera vez que mi padre llamó burra a una maestra y ello me pareció algo escandaloso, no sé tal vez tenía cinco o seis años. El caso es que me regalaron una caja de colorines Alpino ¡de los largos! y siempre dibujaba cielos rosa, rojos, verdes... árboles amarillos, azules... y la señora mandó una nota a mis padres para que comprobasen si tenía problemas en la vista o algún transtorno psicológico.
ResponderEliminarBurra, burra, eh?
Un abrazo, compañero.
Di que si, amiga Veronica, ¿de que color son los cielos sobre nuestras cabezas sino del que nosotros queramos?. Burra es poco, cebra yo la veo. ;))
EliminarUn sueño por la imaginación, un camino en busca de la paz y el silencio
ResponderEliminarMe gusta enormemente ese colorido que has logrado.
Una preciosidad.
La música es una maravilla. me quedo con ella.
Un abrazo
Me alegra doblemente entonces. Un abrazo, amigo Luis.
EliminarBuena música para empezar de día...Y un fantástico viaje!!!
ResponderEliminarUn beso.
¿Que mejor manera de comenzar que una musica que nos alegre y nos haga sentir?. Besos.
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