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domingo, 25 de agosto de 2013

CASTIGLIONE DEL LAGO.

Sobre una roca, adentrandose en el Lago Trasimeno, se halla esta ciudadela fortificada. Si bien ya no pertenece a la Toscana  sino a la región de Umbria, bien merece una parada y un paseo por sus calles tranquilas o quiza si hay tiempo un bañito en el lago.






13 comentarios:

  1. Preciosa la construcción!.Y en cuanto a fotografía, la cuarta toma me encanta!!
    Un abrazo grande.

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  2. Me ha llamado la atención en ese tercera fotografía cómo has utilizado todas las líneas existentes para conducir la mirada pero, por si eso fuera poco, has usado igualmente las dos señales de dirección obligatoria para, mediante el mensaje grabado en nuestro subconsciente, reforzar aún más el sentido en que la foto ha de ser leída. Un abrazo,

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    1. Ja, ja, Miguel, lo de las señales de dirección se me habia escapado. Pero es buena la reflexión. Gracias, majete.

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  3. Rodeada completamente de naturaleza, bonito lugar. Me gusta mucho la de la tienda de antigüedades.

    Saludos

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    1. Las tiendas de antiguedades son una perdición, al menos para mi. Un saludo, amiga.

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  4. Federico en la Umbria26 de agosto de 2013, 12:06

    Durante las bajalagos de las mareas equinocciales de los años impares, coincidiendo usualmente con el plenilunio, suelen emerger de la superficie del Trasimeno las trompas fosilizadas de ciertos elefantes de las huestes de Anibal, que se ahogaron con las patas trabadas en el lodo del fondo lacustre, hostigados por la infantería de Flaminio, durante la Segunda Guerra Púnica.
    Un gondolero veneciano que conozco, de nombre Ruggero Trolli, que pasaba las vacaciones en Castiglione, cierta noche de septiembre que había salido a remar en su piragua de entreno (los gondoleros del Venetto llevan siempre consigo durante las vacaciones una embarcación ligera en la que practicar el rudo oficio, por no perder brazo, por lo mismo que un violinista no se separa de su violín más allá de cuarenta y ocho horas, pues es de ver la merma experimentada en la destreza si acontecen pausas de inactividad musical por encima de los dos o tres días), cierta noche que salió a remar -digo- al Trasimeno, amarró la soga de su embarcación a lo que creyó ser una "brìcola", que así llaman los gondoleros venecianos (y los del Friuli, que alguno queda) a los postes que balizan los canales, hincados en los lodos del fondo y que sirven de amarre a las embarcaciones. Me contó que había sentido un chasquido semejante al quebrarse de la madera muy seca o del hueso de una res y que, perdida la fijeza de la embarcación, decidió varar en la arena de la orilla y se fue a comer un pasticho de cangrejos.
    A media mañana del día siguiente, volvió a la orilla y vio que en el extremo de la cuerda de amarre permanecía atado un cilindro pétreo, que presentaba las estrías y los abombamientos propios de la trompa de un elefante.
    Ruggiero es un hombre serio (empina el codo con el chianti pero lo normal). Y yo le creo. Los demás pueden pensar lo que quieran.
    Salote, carissimi.

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    1. Eres genial, Federico, no me canso de pensarlo y de leerte. Yo te creo, amigo, los demas pueden pensar lo que quieran. Me ha fascinado esta historia. Gracias.

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  5. Un buen baño y un refresco en la cuarta... y a seguir "pateando" por estos preciosos lugares.
    Un beso.

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    1. Ahora, visto desde la distancia se siente no dedicar mas tiempo a cada lugar que se visita. Un beso, guapa.

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  6. El lloc és una meravella i la foto nº5 és de concurs!!!
    PREMI ASSEGURAT!
    Quina xulada amic!!!

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  7. Fructífero viaje por Italia. Pare donde pare me encuentro formidables fotografías.

    · Saludos

    · CR · & · LMA ·


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